HISTORIA Y ORIGEN DE LA SANTA BIBLIA La Biblia, como lo indica la etimología de la palabra, no es un libro, sino un conjunto de libros, todos ellos escritos en diferentes épocas y por diferentes autores; divididos estos libros en dos grandes grupos conocidos como Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Pero, ¿CÓMO FUERON REUNIDOS ESTOS LIBROS EN UN SÓLO VOLUMEN? Un estudio nos revela que esto fue un proceso lento de selección de los muchos escritos de sus respectivas épocas, al que se le llama canonización. Dicha selección fue realizada por autoridades rabínicas y cristianas. EL CANON. Esta palabra, de origen semítico, significo originalmente “caña”, pero al entrar al idioma griego, llego a significar “vara recta” y posteriormente una “vara ara medir”. Con la intervención del latín, que lo hizo sinónimo de regula, llego a entenderse como “regla” o “norma”. Sin embargo, cuando aparece en el nuevo testamento significa “regla de fe y de conducta” (Gálatas 6:16 y 2 Corintios 10:1316) ¿CÓMO QUEDÓ CONSTITUIDO EL CANON? Por lo que al Antiguo Testamento respecta, hasta donde podemos volver atrás, en el año 621 A.C. surge por primera vez un libro (rollo de cuero) al que se le conoce como “El libro dela Ley” (2° Reyes 22:8, 23:2) y como norma para el pueblo. Porque ese libro de leyó y oyó y fue aceptado por el pueblo, como un libro cuyos receptos debían ser recibidos y obedecidos como mandamientos de Jehová, o sea como palabra de Dios. La forma como se procedió con el libro encontrado y la manera como se pusieron inmediatamente en práctica sus preceptos muestra que se le concedió la suficiente autoridad para ser considerada como lo que más tarde se llamaría “Libro canónico”. El Canon del Antiguo Testamento. Se cierra parcialmente en el siglo IV D.C., al traducir Jerónimo los escritos hebreos y griegos de más reconocida autoridad e introducirlos en su Biblia al latín conocida como Vulgata. En forma deliberada hemos dicho “parcialmente” pues incluyó los libros llamados apócrifos o deuterocanónicos que aparecen en la versión griega de los escritos hebreos (Septuginta), haciendo notar que tales libros no gozaban del reconocimiento rabínico que solamente reconocía como inspirados 39 libros. Los 27 libros que integran el Nuevo Testamento pasaron por un lento proceso hasta llegar a ser reconocidos como escritura sagrada y de autoridad para la iglesia. Los Evangelios sinópticos surgieron entre los años 70 y 90 de nuestra era, seguidos por el cuarto evangelio en el año 100 aproximadamente. Por el año 150, estas “memorias de los Apóstoles” ya eran leídas en el culto público junto con los escritos de los profetas.
Los escritos del Apóstol Pablo se desarrollaron independientemente de los evangelios, y fueron reconocidos gradualmente entre las iglesias establecidas, pero ¿Cómo llegaron a unirse estos escritos, y el resto de ellos, hasta sumar 27 libros? Se podría decir que tenemos un Nuevo testamento gracias a que Marción al aceptar éste solo el evangelio de Lucas y las diez cartas de Pablo, desechando así el resto de los escritos griegos y a todos los escritos hebreos, provoco un esfuerzo por parte de la iglesia para dejar establecida de una vez por todas una lista de libros que contara con el reconocimiento de todas las iglesias. Pero no fue solamente la actitud de Marción la que hizo necesaria esta medida, sino que también la constante influencia del docetismo, gnosticismo, montanismo, y otras corrientes de estos días. La canonización del N.T. fue un proceso largo. En el año 393, el concilio de Hippo, en África da ya una lista de 27 libros que corresponden exactamente a nuestra lista actual. Nota: Marción (semi-gnóstico) de Ponto, radicó en Roma. Periodo año 100.313 d.C. Gnosticismo: Enseña que el pecado o el mal reside no en el alma o personalidad, sino en el cuerpo carnal o físico. ¿CÓMO RECIBIMOS LA PALABRA INSPIRADA DE DIOS? “…Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo” ( 2ª. De Pedro 1:19). ¿EN QUÉ FORMA FUE HECHA PERMANENTEMENTE ACCESIBLE AL HOMBRE? Por escrito: “Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová” (Éxodo 24:4). “Y escribió Moisés esta ley… Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti”, (Deut. 31: 9, 26). “Así habló Jehová Dios de Israel, diciendo: “Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado” (Jer. 30:2). “ Escribe las cosas que has visto; y las que son y las que han de ser después de éstas” (Apocalipsis 1:19) ¿Qué autoridad lleva? Suprema autoridad pues el Señor Jesús dijo: “Si vosotros creyeseis a Moisés, creerías a mí; porque de mí escribió él. Y si a sus escritos no créeis, ¿Cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:46,47). Así el Señor hizo saber que los escritos de Moisés (los primeros cinco libros de la Biblia) eran divinamente inspirados tanto como los dichos del Señor Jesús mismo. Dijo el apóstol Pablo: “Si alguno a su parecer, es profeta, o espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor”, (1ª.Cor. 14:37); ya Timoteo escribió ”Toda Escritura es inspirada divinamente” (2ª. Tim. 3:16). Y el apóstol Pedro señaló que las epístolas del apóstol Pablo eran del canon de las Sagradas Escrituras. (2ª. Pedro 3:15, 16).
¿CÓMO SE COMPRUEBA QUE LA BIBLIA ES VERDADERAMENTE LA PALABRA DE DIOS? Ella nos hace saber que ha discernido lo que hay en el fondo de nuestro corazón; “… la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma, y aún el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las tentaciones intenciones del corazón”, (Heb. 4:12). No la podemos juzgar, pues ella nos juzga cabalmente. ¿Cómo ha sido preservada la Biblia hasta el día de hoy a pesar de todos los esfuerzos del diablo y de los hombres para procurar destruirla? Por la misma voluntad y providencia divina que nos la dieron al principio. Dios ha hecho que un gran número de códices (o copias) de los escritos inspirados de ambos testamentos permanezcan hasta hoy, de modo que hay no menos de “tres testigos”, es decir, tres códices, como mínimo, para establecer y conformar el texto de cada libro de los sesenta y seis del canon.
Referencia: Defendiendo la pureza de la Biblia. A.E.F.M. Asociación Evangélica Fundamentalista Mexicana